Más hambre en la Arena
¡Hooola! Seguimos con los Juegos del Hambre de rol sip. Pero bueno yo encantada que me toque hacerlo y como no tengo nada mejor que hacer, me gusta, gano por partida doble para poder subirlo por aquí y bueno, no creo decir mucho más. Solo que todos los comentarios que queráis dejar son bienvenidos ♥. ¡Besitos de bayas!
La
primera noche siempre es la peor. Todos están desorientados, no saben dónde
esconderse o buscar un sitio seguro para pasar la noche. Aún no conocen la
Arena, sobre todo esta, tan extraña para todos.
La
alianza más fuerte se ha apoderado de un edificio entre medias de la Arena.
Después de que Boggs y Beetee se aseguraran de que era seguro, se instalaron
todos en la misma habitación. Octavia le limpió la herida que le causó Clove a
Boggs en el brazo, con el pequeño botiquín de una de las mochilas que Nyra cogió.
Entre ella y su padre se hicieron con tres mochilas, con suficiente comida y
agua para casi todos. Aparte, tienen la gran arma que consiguió Boggs, junto al
rollo de bobina de Beetee.
Prim,
tras mucho correr abrazadas a las cerbatanas que había conseguido arrebatar a
Celine. Encontró una escuela abandonada y tras hacerse un pequeño escondite con
varios pupitres pasó la noche como pudo. Entre pesadillas y sustos por algunos
ruidos del exterior.
Gloss,
no consigue ir muy lejos a causa del esguince que se ha hecho en el tobillo.
Por la hinchazón, tuvo que parar en el primer edificio que encontró y
esconderse como pudo, abrazado al estuche con las tijeras que consiguió ganarle
a la peluquera del Capitolio.
Johanna,
tras hacerse con un hacha, montó a Beibi a caballitos y corrió bastante lejos a
pesar de la herida que se había ganado en la pierna, hasta llegar a un parque
lejano. Poniéndose ella de los nervios porque el niño no dejaba de llorar
asustado, consiguió que se durmiera por fin. Mientras ella montaba guardia,
esperando a que no se acercara nadie por los gritos que había causado antes,
consiguió hacerse un torniquete en la pierna y que dejara de sangrar.
El
tributo del distrito 4, Finnick, fue uno de los más rápido que consiguió huir
de la arena tras hacerse con uno de sus queridos tridentes. Divisó una fábrica
abandonada, y tras esconderse en uno de los cuartillos del ático, pasó la noche
seguro y descansando.
Titus
no pudo ir muy lejos, ante la herida que le causó la bobina de Beetee en la
cabeza. Ante el mareo y la sangre cayéndole por la cara, no pudo divisar bien y
se escondió en uno de los primeros edificios que vio, rezando para que no le
atacara nadie más.
Clove,
Annie y Foxy, consiguieron correr hacía un cine abandonado. Clove se adueñó de
la hoz que consiguió la pelirroja mal de la cabeza, para que ella consiguiera
dormir un rato y no se rebanara el cuello mientras dormía. Lo sumó a su botín
junto al pequeño estuche con el juego de cuchillos. Foxy aparte de la
cerbatana, consiguió una mochila con provisiones, pero con mala suerte de que
la botella de agua que había adentro estaba vacía.
Andrew,
con espada en mano, corre a pesar de la raja en la pierna que se ha ganado
gracias a Jace. Su hermana Delly le ve de lejos, y decide con un cambio de
última hora, ayudar. Delly le pasa un brazo por debajo de los suyos para
ayudarle a caminar. Ambos, van caminando hacía una casa vacía para pasar la
noche.
Leevy,
consigue llegar con sus dos lanzas a un edificio en ruinas y allí pasa la
noche, sin poder dormir bien y con ambas armas agarrada cada una con una mano
asustada.
Claudius,
que después de haber encontrado a Leeg escondida esperando a que el baño de
sangre pasara, se agarra el hombro dislocado con cara de dolor. Leeg echa el
látigo a su mano y se coloca en la espalda la pequeña mochila con provisiones
que ha cogido antes de esconderse.
Una
vez que Frodo y Cuelli se han reunido ya, ambos se resguardan en una pequeña
estación de tren que hay, haciendo Cuelli la primera guardia. Su motín consiste
en un rollo de cuerda que el pelo rizado consiguió, un par de cuchillos y una
hoz que Cuelli cogió sin saber muy bien cómo usar todo.
Lyme
y Jace han conseguido llegar a un edificio alto. Han puesto trampas en la
entrada de la sala donde han conseguido hacer su pequeña guarida para la noche.
Tienen bastantes cuchillos y una maza por parte de Lyme. Jace consiguió dos
lanzas.
La
noche pasó tranquila después de que el cielo se iluminara para proyectar a los
caídos en el baño de sangre, junto al himno de Panem. A primera luz de la
mañana, algunos tributos ya se han despertado.
Octavia,
después de pasar la primera parte de la noche de enfermera limpiando el brazo
de su marido, y el hachazo que su alianza Blight se ganó también. Es una de las
que más frescas se despierta. Boggs no dejó que montara guardia y entre él y
los otros dos hombres han conseguido vigilar su estancia. Aunque luego cayeran
todos dormidos asegurados de que nadie vendría ya.
Está
deseosa de venganza y algo enfadada porque Gloss consiguió llevarse sus
tijeras. Se desliza con cuidado del lado de Boggs que sigue dormido. Y le
arrebata el arma que consiguió su marido de la Cornucopia. Mira la pistola y se
lleva el estuche con las balas, con una sonrisa en el rostro.
Vuelve
con cuidado a la Cornucopia, sabiendo que su enemigo no ha podido ir muy lejos.
Escondiéndose ante el mínimo ruido y con el arma en mano ya cargada y
preparada, avanza.
Gloss
no ha pasado buena noche ante el dolor que le produce su tobillo. Está más
hinchado que el culo de Kim Kardashian después de una operación. Y se lo sujeta
con cuidado mientras se aguanta los gemidos que quiere gritar. Agarra un
ladrillo que tiene al lado y lo tira a la pared que tiene enfrente, cabreado
porque no puede hacer nada. Pero lo que no sabe, es que la pelirroja está cerca
de donde él se encuentra y ha escuchado el golpe.
Con
sigilo y cuidado, Octavia se introduce en el edificio que tiene una ‘H’, en
grande y rojo en la entrada. Gloss no se dio cuenta con la oscuridad de que se
metió en el hospital de la zona y que podría haber ido en busca de algo que le
ayudara. Octavia, con una sonrisa en la cara y el arma en la mano en posición
de disparar, entra en la sala de espera dónde está.
Gloss
al verla, aferra el estuche con las tijeras hacía él. Octavia suelta una
carcajada seca y avanza directamente, colocándose delante de sus pies. Le da
una patadita al tobillo y mira a Gloss cuando hace una mueca de dolor.
−Creo
que tienes algo que me pertenece.
Suena
un cañón en la Arena.
Varios
cuervos de los alrededores salen volando y Boggs se despierta asustado ante el
sonido del disparo. Al ver que su mujer no está a su lado como la dejó anoche,
se engancha las piernas falsas y sale corriendo de allí junto a Blight.
Leevy,
asustada ante el sonido, sale corriendo de su escondite, con un arma en cada
mano. Llega a un camino formado por raíles y decide ir recto por ahí en medio.
Con la mala suerte de que unos pájaros muertos de hambre pasan por donde está
ella. Agitando las lanzas que tiene en las manos para deshacerse de ellos, pisa
un raíl que estaba destruido haciendo que el pie derecho se le quede enganchado
y no consiga salir de ahí.
Annie
se despierta ante gritos asustada, teniendo pesadillas por el asesinato que
había cometido la noche anterior. Clove le tapa la boca corriendo enfadada,
pensando de nuevo que ha sido una mala idea aliarse con ella. Foxy intenta
calmarla y coge la botella de agua enseñándosela, mientras le pasa una barrita
de cereales de la mochila.
−Quédate
con ella, iré a por agua. Y no la mates mientras no estoy.-Foxy le advierte a
Clove antes de salir con un par de cuchillos guardados en los zapatos y otro en
mano. Junto a la botella de agua para traerla rellenada para la otra pelirroja.
Frodo
se despierta con el sonido de sus tripas rugiendo y dejando a Cuelli
descansando junto al manojo de cuerdas y demás armas. Solo coge un cuchillo
para ir a buscar comida, esperando que hubiera algún conejo por aquí para poder
comer.
Tras
andar un poco, se acerca a la linde de un pequeño bosque que hay y divisa a un
lobo, pero tiene la mala suerte de que el lobo, hambriento igual que él lo ve
también. Gruñendo este, se gira y va despacio hacía Frodo. Este, con el
cuchillo en la mano pensando que si salta quizás pueda abrirle la barriga de un
simple movimiento, se queda quieto para no asustarlo más. O no asustarse él
más.
El
lobo, siendo más rápido que el tributo, se abalanza sobre él. Frodo levanta el
brazo corriendo con la mala suerte de que en vez rajar al animal, el cuchillo
cae de su mano, estando resbaladiza por el sudor. El animal tira al suelo a
Frodo y este con los brazos intenta defenderse, pero el lobo está hambriento y
le hunde los colmillos en el hombro del tributo.
Foxy
con sus movimientos rápidos al correr y teniendo cuidado al pisar, se mueve
como la zorra astuta que es. Divisa una pequeña fuente de lejos y cuando se
acerca y le da al botón para que el agua salga, se lleva toda una sorpresa,
porque sale agua de verdad. Rellena la botella de agua después de beber ella a
chorro y va a volverse con sus compañeras con prisas, cuando ve en la distancia
un grupo de pájaros reunido sobre algo.
Esconde
la botella tras un matorral por si acaso, y se acerca sacando los dos cuchillos
de los zapatos, preparada. Cuál es su sorpresa cuando descubre que bajo la
banda de pájaros se encuentra Leevy, con pequeños problemas para salir de ahí.
Una
de las lanzas que tenía en la mano se le ha escurrido hasta un punto donde no
puede alcanzarla. Y con la otra sigue intentando defenderse. Al ver la tributo
del 12 a la pelirroja, su mirada es de enfrentamiento pero pasa corriendo a una
de desesperación.
−Ayúdame,
por favor…
Foxy
va hacía la lanza caída y guardándose uno de los cuchillos de vuelta a su
zapato izquierdo, lo coge. Con la lanza en más alto que la de su compañera en
los juegos consigue espantar a los pájaros. Una vez que estos han huido por el
cielo apoya la lanza en el suelo y evalúa la situación.
Leevy,
viendo venir las ideas de la tributo del 5, la apunta con la lanza, pero con la
otra que tiene Foxy en la mano de un golpe la tira y la echa a un lado. Sabe
que ayudarla sería para nada, porque acabaría ella muerta. Y no es tan generosa
como para eso.
Así
que con un movimiento limpio le clava la lanza en la garganta, haciendo que
Leevy se atragante con su propia sangre. Pero no tarda mucho en morir ya que el
sonido del cañón suena por toda la Arena.
Levanta
la lanza y la sangre chorrea por esta
hasta su mano. Coge la otra que le había quitado a la ahora tributo muerta de
la mano y recoge ambas para volver a recoger la botella de agua del escondite y
volver con sus compañeras, deseosa de enseñarle los nuevos juguetes que tiene.
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