Me costaba levantar los párpados, estaba demasiado cansado para hacer eso, pero aquel llanto pedía reclamación. Me aparto la almohada de la cabeza y me siento en la cama frotándome la cara. El llanto se corta de repente y aparece Kurt por la puerta con la niña en brazos meciéndola. Le hago hueco apartando las sábanas de la cama y se sienta en el borde de esta dejándose caer sobre mí con cuidado mientras le coloca el chupete.

Le rodeo con los brazos dejando uno apoyado en el de él para no molestarla  y dejo caer mi cabeza sobre el pelo de Kurt, que menos mal que aún no se había peinado si no me mataba. Le cojo una manita a Tracy envolviendo parte de mi dedo en su diminuta mano y le acaricio esta.

−Es tan preciosa… Pero podría llorar menos.

−¡Blaine!− Kurt se ríe girando la cara hacía mí para ahogar la risa y que no la molestara.− Tenemos tanto que aprender… Seguro que Quinn nos ayuda, ella ya tiene experiencia con el pequeño Finn, y fue la que se ofreció para esto.

−Lo sé mi amor, solo tendré que acostumbrarme a esta preciosidad y sus necesidades.− Agacho la cabeza para dejarle un beso en el brazo y sonrío como un bobo al ver que escupe el chupete para bostezar.

−Pues toma, ve acostumbrándote a cambiarle el pañal que lo tiene lleno. Y yo mientras le preparo el biberón.− Se levanta para dejármela en mis brazos y tras darme un beso se va a la cocina.

−Kurt.

−¿Si?

−Te quiero.