Fic de un famoso pirata.

Bueno pues os traigo... ¿Buenas noticias? He decidido terminar el maldito fic de McFly, si, porque dado que no tengo nada mejor que hacer pues he dicho bah lo termino y así me deja María de dar la lata con el. Aunque sé de las pocas (por no decir ninguna) persona que lo lee. So... tendréis algo pronto. O eso espero.
Y esto... pues era unos deberes y decidí hacerlo del Capitán Jack Sparrow. Así que ya sabéis torposoplos dejad comentarios y cliquear en los likes! <3


El prisionero bajó los escalones mugrientos con ayuda de dos guardias que lo habían esposado.  Se resbaló en uno queriendo para ver si podía pelear con ellos y escaparse pero los otros dos fueron más rápidos y lo agarraron bien.

Uno de ellos lo agarró bien y el otro abrió la celda, lo metieron en ella con un empujón y le quitaron las esposas una vez ya dentro. El prisionero se quedó mirándolos hasta que se fueron. Se fijó que los otros prisioneros de las otras celdas sacaban sus cabezas entre las rejas y le miraban. Este se dio la vuelta, hizo una mueca de asqueo y arrugo la nariz un par de veces ante el olor que había allí. Era algo entre restos de ratas muertas, orina, y el olor de la basura del mar que entraba por una pequeña ventana compuesta de cuatro rejas. Se fue corriendo hacía allí y saco las manos por las rejas y su cabeza se quedó atascada entre dos de ellas. Investigó si había alguna forma de salir pero se rindió al cabo de cinco minutos. Se dio la vuelta y observó la pequeña estancia. Todo tenía un tono de apagado, solo lo iluminaba un pequeño farol que estaba en el suelo a la izquierda de cada celda y apenas se podía ver bien.

Se giró y se llevó una mano al bigote, se lo acarició y se colocó en una pared de la celda, dio tres zancadas grandes hacía el otro extremo e inclinó la cabeza pensando. Vio en el suelo unos cuantos huesos reunidos en una esquina y se fue hacía allí, dio una pequeña patada con su bota derecha y cogió el más pequeño de ellos. Volvió a la ventana con barrotes y paso el hueso por ellos haciendo un ruido un poco molesto. Estuvo así un buen rato hasta que se aburrió. Tiró el hueso al suelo y suspiró. Miró por  debajo de la ventana los dibujos que había pintados allí, escuchó unas voces y sacó de nuevo la cabeza por entre los barrotes. Vio a los vigilantes de antes hice a la taberna que había a la derecha.

Se fue hacia la puerta y se sacó del pelo una horquilla, trabajó cuidadosamente con ella en la cerradura y al cabo de un par de minutos la abrió. Levantó los brazos y salió con aires de superioridad y andando como si su cuerpo se desviara hacía los lados. Saludó con la mano y con una sonrisa a algunos de los otros prisioneros y uno dijo:

−¿Eres Jack Sparrow?

Este se giró, lo miró fijamente y le contestó:

−Capitán Jack Sparrow si no te importa.

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