Café

Hola hola, ¿dos días seguidos? ¿Esto es verdad? Bah no me lo creo ni yo. Bueno, no voy a enrollarme mucho aquí que aunque me gusta no quiero. Solo decir que los dos caps que lleva ouat me están dejando trastornadita perdida y esto... es el resultado de la histeria al verlo. Así que podéis comentar que os parece, ¿es un trato justo no? Yo escribo, vosotros leéis, y me dais vuestra opinión. Sep, me parece justo. ¡Besitos de baya!




Este pueblo es especialmente aburrido si no hay una salvadora en él, ayudando a cada mísero habitante que se encuentra por cada esquina. Especialmente aburrido.

No hay nada que hacer, o se llevan todo el día en Granny’s discutiendo como poder salvarme. ‘’Oh pobre Emma, ahora es la oscura. Tenemos que hacer algo para que vuelva a ser como era’’. O un ‘’Hay que acabar con la oscuridad dentro de ella, sé de lo que era capaz, de la luz y fuerza que poseía, tenemos que recuperarla’’. Estoy cansada de escuchar lo mismo una y otra vez, ¿no pueden aceptar que soy ahora la oscura? ¿Qué me gusta este poder? ¿Qué me llama poco a poco y recorre mis venas ansiando cada vez más? ¿Qué disfruto siendo poderosa y oscura? ¿Qué la sonrisa que muestro cuando aplasto un corazón es de satisfacción y de orgullo a mí misma?

Mirad en lo que me he convertido, me costó cuatro años conseguir ser la ‘buena salvadora’, y ahora, en tan solo unas seis semanas soy aún más poderosa. Puedo hacer muchas cosas más y salirme siempre con la mía. Cierto es que a lo mejor aún me faltan por perfeccionar un par de cosas, y que Rumple me ayudará con ello siendo mi fiel Pepito Grillo.

Pero nadie sabe el poder que siento al tener un corazón en la palma de mi mano. Al notar cada latido, cada segundo que se acerca más a la muerte. Puedo notar la respiración de esa persona cada vez más y más lenta. Escupiendo lo último que le queda de vida. Y yo acabando con ella.

No entienden eso, y ese poder que siento y tengo es único. No sé cómo Regina dejo atrás esa vida. Ahora entiendo el placer que le producía arrancar corazones y destruirlos hasta que se convirtieran en polvo. Pero si me hago más amiga de ella, si cae en mis redes, estoy segura de que puedo hacer que vuelva a esa oscuridad, al fin y al cabo sigue dentro de ella. Nunca se ha ido y será más fácil de lo que me imagino. Juntas podemos acabar con las tonterías de este pueblo, pero ahora, necesito otro tipo de diversión. Algo que… me plazca en estos momentos.

Sin entretenerme mucho más o terminaría arrancándome mi propio corazón, con una floritura de mano, hago aparecer una nube morada. Cuando el humo se disipa puedo ver a Hook con el ceño fruncido mirándome. Muestro una sonrisa de lado y me levanto de la silla lentamente. Me llevo mi tiempo en alisarme el vestido negro que me llega hasta las rodillas, y me paso un par de veces más las manos por las caderas para resaltar estas. Y en efecto, veo el resultado que ha tenido en su cara, ha movido un milímetro la ceja, pero lo suficiente para que lo haya notado.

−El pirata que yo estaba buscando…

Voy hacia una bandeja que hay sobre el mueble y sirvo dos copas de ron hasta la mitad. Con el dedo apunto a una y hago que levite, me giro lentamente haciendo que la copa me siga y se lo lanzo con un rápido movimiento a Killian, la copa se para justo delante de él sin salpicar ni una sola gota.

−Por favor, no seas tímido y sírvete- alzo las cejas divertida, acompañada de una sonrisa y agarro mi copa. Comienzo a hablar de nuevo mientras camino hacia él.− Verás, he supuesto que estarás cansado de ir de un lado a otro de la biblioteca, mirando cientos de libros para encontrar una solución a… ¡mi!

Suelto una pequeña carcajada y con otro movimiento de mano hago que se lleve la copa a los labios, no le queda otra que dale un buen sorbo de esta. Suspiro al ver que tiene el ceño fruncido y le paso la mano por la cara con una simple acaricia, notando su barba que me cosquillea en los dedos.

−No te pongas así querido, sabes que prefieres eso a la leche de cabra. Y nunca dices que no a una buena copa, y tampoco puedes rechazar el ofrecimiento de una señorita− ladeo la cabeza poniéndole ojos de cordero degollado y finalmente le doy un buen trago a la mía.

Sé que está molesto por lo que estoy haciendo, pero en esta batalla él también terminará ganando y luego tendrá que agradecérmelo.

−Volviendo a lo que estábamos…

Me acerco a él para pasar una mano por su chaqueta de cuero, estoy tan pegada a él, que puedo notar su respiración algo entrecortada en mi frente. Mi mano pasa bajo la chaqueta, rozando su camisa con los dedos, notando todo su torso tenso bajo esta. Voy elevando esta hasta donde comienzan los botones desabrochados y la paso por su piel desnuda, dejándola finalmente ahí.

−Swan…

Alzo el rostro para mirarle a los ojos y abro los míos de una forma exagerada parpadeando un par de veces.

−Vaya, es la primera palabra que dices, ¿te ha costado un poco, no crees?

Elevo mi cara y bajo la mirada a sus labios, veo como tiene la mandíbula tensa. Me paso la lengua por el labio inferior para terminar mordiéndolo. Una pequeña risa se forma en mi garganta al escuchar cómo ha intentado ahogar un gruñido. Esto va a ser divertido.

Doy un paso atrás y con un par de buenos tragos me termino mi copa, la hago desaparecer y dirijo mis ojos a la mano de Hook, señalando la suya. Se la lleva a la boca para terminársela, es como si se lo hubiera ordenado mentalmente, pero esta vez no ha hecho falta ningún hechizo para que lo hiciera.
Me acerco de nuevo  mientras sigue bebiendo y rozo el garfio con mis dedos, con un pequeño movimiento me pego más a él y es entonces cuando oigo el sonido del vaso contra el suelo haciéndose añicos.

No me da tiempo a reaccionar cuando noto su mano alrededor de mi cintura, cogiéndome con fuerza y haciendo que retroceda hacía la mesa. Sus labios están enredados con los míos, siguiendo una danza más que conocida y más que deseada.

Mi trasero se choca finalmente con la mesa y me siento sobre ella en un segundo. La mano de Killian va hacia mi peinado trenzado y no sé cómo se las ha apañado para encontrar todas las horquillas meramente necesarias para que este quede suelto. Puedo oír el ‘tin’ que hacen con la mesa al caer y me separo un segundo de él para mover la cabeza hacia los lados para dejar la melena al aire.

En ese segundo que le he mirado a los ojos, intuyo que esta vez voy a salirme con la mía. He jugado con él a mi antojo, he ido paso a paso y por fin lo tengo en mi red. Estoy segura que esta vez no se va a escapar. Pego un grito cuando percibo su mano tirar de la raíz de mi cabello haciendo que eche la cabeza hacia atrás. Es entonces cuando noto su boca recorrer mi garganta, dejando besos en un sitio y otro, descendiendo hacía mi pronunciado escote. Suerte que esta mañana había elegido un vestido que tuviera.

Llevo mis manos hacía su cuello, termino pasándolo por su chaqueta para quitársela y gruñe cuando tiene que separarse para hacerlo. La tiro al suelo y abro mis piernas para enredar su cintura con estas. A causa de eso, el vestido se me levanta por ambos lados de las piernas, pero creo que es algo que no molesta a ninguno de los dos.

Sin querer clavo uno de mis tacones en su pierna, y con un par de movimientos me deshago de ellos. Por culpa de su mano echo de nuevo la cabeza hacia atrás, exhalando un suspiro. Por el rabillo del ojo, veo como clava el garfio en la madera de la mesa, arañando esta mientras lo mueve hacia abajo una y otra vez.

−Ki… Killian…

Me callo al notar que muerde el lóbulo de mi oreja y tengo que cerrar los ojos y encoger el cuello para que pare. Es él ahora el que me mira de una forma desafiante y a la vez divertida. Es entones, cuando aprieto mis piernas alrededor de él, haciendo que nuestras caderas queden pegada la una a la otra, notando su verdadero garfio.

Le tiro del cuello de la camisa, la cual iba a desaparecer de un momento a otro y le beso. A ambos nos falta ya la respiración, él no deja de separarse casi todo el rato, mirándome todo el tiempo, veo en sus ojos un atisbo de duda, que se esfuma rápidamente cuando su mirada se posa en mis labios. Le atraigo de nuevo y paso la lengua por el cielo de su boca, escucho el pequeño gemido que sale de su garganta antes de atrapar mis labios de nuevo.

Aprieto un poco más las piernas alrededor de su cintura, mis dedos vuelan a los pocos botones que tiene abrochado, intentando quitar el primero, pero al ver que me va a llevar demasiado tiempo, de un solo tirón arranco el resto.

A la vez que cae la camisa al suelo, nos envuelvo en una nube morada haciéndonos desaparecer de allí para ir a mostrarle mi habitación, es la única parte de la casa que no ha visitado a fondo.

Share this:

, , , , ,

CONVERSATION

0 comentarios:

Publicar un comentario