¡No! ¡Tomates no por favor! Si, ya sé que ha pasado un... poco de tiempo? Bueno que sho hago lo que me sale de la baya. Y simplemente lo único que os puedo decir (para los pocos que siguen el de McFly es que el 18 está CASI terminado, que si eso ya lo subiré pronto, si me da por escribir claro que si no... Bueno esto no os importa pero aún así os lo voy a contar (ya que no me leéis). Me apunté aun curso de escritura y bla bla bla TOTAL que hice esto para unos deberes y como trata sobre HP (es una ucronía o el intento, y no preguntéis lo que es) dije ¿por que no subirla aquí y limpiarle las telarañas que tiene mi querido blog? Bueno, que eso queso que aquí os lo dejo, ya sabéis comentad y dar a los likes! :D
George Weasley dejó el vaso en la
encimera. Se había llevado todo el día en la cama al igual que casi toda su
familia. Después de la muerte de su madre y de su hermano gemelo se le habían
quitado las ganas de seguir viviendo. Se volvió al cuarto, cogió la almohada de
Fred y la abrazo inspirando su olor. ¿Qué haría ahora sin su compañero de
juegos y gracias? ¿Podría vivir sin su gemelo aquel que le terminaba sus
frases?
Nadie se había acercado a la
habitación del Señor Weasley, no se atrevían, además él era uno de los más
afectados. Nadie se puede imaginar lo que es perder a la madre de sus siete
hijos y a la mujer que ama, a la que le ha acompañado durante toda su vida.
Harry estaba en la habitación con
Ginny intentando consolarla, ella estaba hecha un ovillo en su cama, abrazada a
Harry y con la cara igual de roja que su pelo por no parar de llorar. Harry no
dejaba de echarse él la culpa a todo ya que toda la batalla en Hogwarts, la
búsqueda de los horrocruxes y todas las muertes que habían sido producidas era
a causa de él. Y todos le llevaban la contraria, esa batalla se habría tenido
que producir de todas formas, Voldemort tenía que morir. Ya fuera en Hogwarts,
en mitad de las calles de Londres como a mano de Harry o a mano de Kingsley.
Ron estaba en su habitación con Hermione, esta no tenía a otro sitio dónde
ir y tampoco quería dejarle solo. Tenía que buscar a sus padres en Australia
para devolverle la memoria e irse otra vez a vivir con ellos.
Percy había vuelto a casa, se
había dado cuenta de todas las mentiras del Ministro de Magia y ahora se
arrepentía de todo aquel tiempo que no había pasado junto a su madre. Había
visto morir a su hermano Fred a menos de un metro y esa imagen no se le iba de
la cabeza.
Por otra parte nadie sabía donde
se había metido Bellatrix Lestrange. Después de la muerte de su amado Señor
Voldemort había desaparecido de Hogwarts
sin decirle nada a su hermana. Había ido a su casa a recoger todas sus cosas y
ni siquiera le había dejado una nota a su marido, Rodolphus. Se había aparecido en mitad de un bosque para
aclarar sus ideas y pensar a dónde mudarse de nuevo.
No quería saber nada de su
familia, de su marido y ni siquiera de los mortífagos. La muerte de Voldemort
había sido demasiado dura para ella, ella le amaba, era su mano derecha para
todos sus planes y ahora él se había esfumado y todo por culpa de ese asqueroso
Potter. Pero por lo menos había matado a su padrino, ese primo suyo, Sirius
Black. Y por supuesto que no se arrepentía era un traidor a la familia. Al
igual que haber matado a su sobrina Tonks, su hermana Andrómeda había
defraudado a la familia por haberse casado con un sangre sucia. Así le había
salido esa hija.
Obviamente que no se arrepentía
de ninguna de las muertes que había producido, era su hobbie. El que más placer
le había producido era matar a Dobby y haber torturado a Hermione. Para que
luego su novio Ron hubiera venido a salvarla. Asquerosa sangre sucia.
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